PP cede a Vox y el partido de Abascal entrará en el Gobierno de Murcia

El PP ha cedido a las pretensiones de Vox y el partido de Santiago Abascal entrará en el Gobierno de la Región de Murcia, en contra de las pretensiones iniciales del actual presidente en funciones, Fernando López Miras, que había rechazado de plano la presencia de miembros del partido de ultraderecha en su gabinete.

Según la información que trascendió ayer, Vox ocuparía las consejerías de Fomento y de Seguridad, Interior y Emergencias, ésta última con rango de vicepresidencia. Sin embargo no parece que el PP vaya a ceder el área de Agricultura a la que el líder ultranacionalista murciano, José Ángel Antelo, aspiraba.

López Miras basaba la negativa a que hubiera consejeros de Vox en su gobierno en sus resultados electorales, que no hacían necesario el voto afirmativo de los de Abascal en su investidura y bastaba con su abstención ya que el PP se había quedado a tan solo dos escaños de la mayoría absoluta.

Pero si el presidente murciano fue firme en sus pretensiones, más lo fue Vox, que no cedió a las presiones del PP, que argumentaba que tras las elecciones del 28-M había obtenido un 18% de los votos y cinco escaños más que les daba derecho a estar en el ejecutivo.

Con estos argumentos se votó una primera investidura el pasado 7 de julio, que resultó fallida con lo que se puso en marcha el plazo de dos meses para una repetición electoral que terminaba este próximo jueves. Con este plazo casi agotado, López Miras ha dado su brazo a torcer.

La cesión de López Miras se produce después de que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el de Vox, Santiago Abascal, llegaran a un acuerdo para que el líder del partido de ultraderecha apoyara la investidura del presidente del PP en el debate que tendrá lugar los días 26 y 27 de septiembre en el Congreso. Con ese apoyo, “a cambio de nada”, suponía que Feijóo podía contar con 33 diputados más que sumar a los 137 obtenidos en las elecciones. Esa decisión de Abascal de no exigir entrar en un hipotético gobierno de Feijóo permitió al líder popular sumar entre sus apoyos no sólo a UPN, sino también a Coalición Canaria.

Con el de Murcia, el PP gobernará con Vox en cinco comunidades autónomas: Extremadura, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Aragón y esta ultima mientras que contará con el apoyo externo de los ultranacionalistas en Cantabria, las Illes Balears y participa en el gobierno de Canarias. Por último tiene el gobierno con mayoría absoluta en Galicia, Madrid, Andalucía y la Rioja.

Dos meses de incertidumbre

Nadie en la Región de Murcia esperaba que ayer, a primera hora de la tarde, se desbloqueara una situación que lleva meses generando titulares y que parecía no llegar a buen puerto. En este tiempo ha habido muchas especulaciones pero también mucho silencio por parte de los protagonistas de este terremoto político que ha condenado a la Región a una absoluta incertidumbre. Hay que recordar que el próximo jueves, 7 de septiembre, se acaba el plazo para elegir presidente de Murcia y que el futuro del PP, que ganó las elecciones tras obtener 21 escaños, pero se quedó a dos votos de la mayoría, estaba en manos de Vox. De ahí la importancia de un acuerdo que de no producirse desembocaría en una repetición electoral el miércoles 25 de octubre.

En julio, antes de que se pusiera en marcha el contador parlamentario de dos meses establecido en la ley, se celebraron dos sesiones plenarias. Ambas resultaron fallidas para López Miras, ya que Vox votó en contra de la investidura. El PP reclamó, sin éxito, que en el segundo Pleno optara por la abstención, para superar el rechazo de PSOE y Podemos.

Conclusión

El acuerdo entre PP y Vox en Murcia supone un hito importante en la configuración del mapa político español. Por un lado, consolida la hegemonía de la derecha en el país, con el PP como principal partido y Vox como su socio preferente. Por otro lado, evidencia la creciente polarización del sistema político, con la izquierda cada vez más minoritaria.

Queda por ver cómo se traducirá este acuerdo en la práctica, pero lo que parece claro es que tendrá un impacto significativo en la política regional y nacional.